Michael Ballack, el finalista maldito


Ballack saluda a su afición tras la derrota en la final de la Euro 2008.

El fin de la temporada se acerca y con él, la celebración de las finales de las distintas competiciones del KO tanto nacionales como continentales. El todo o el nada al que se enfrentan los jugadores antes de salir al campo, y la euforia y alegría por la consecución del título por parte de los vencedores, y la tristeza y desolación de los caídos, que ven cómo, en noventa minutos se les escapa de las manos el trofeo por el que tanto habían peleado por optar. 

Por desgracia para Michael Ballack, esta sensación, podríamos decir que le es muy familiar. Michael, comenzó su carrera futbolística en ell Chemnitze F.C. de la 2ª división alemana, donde permaneció 2 años para, posteriormente, marcharse al Kaiserslauten en la temporada 97-98, durante la cuál, ganó la Bundesliga. Durante la temporada siguiente, produjo su explosión como futbolista, los 30 partidos y sus 4 goles, le sirvieron para que el seleccionador Berti Vogts le hiciera debutar con la selección nacional en un partido amistoso contra Escocia.

A la temporada siguiente Ballack fichó por el Bayer Leverkusen por la cifra de 4,8 millones de euros. En el equipo de las aspirinas, fue donde inició su particular periplo por las finales. En su primera temporada, un gol suyo en propia puerta en la última jornada de liga le privó del título liguero. Sin duda el año más desastroso para Ballack fue el 2002. Cuando a mediados de temporada el equipo alemán avanzaba con paso firme hacia el triplete, los de Leverkusen desaprovecharon 5 puntos de ventaja sobre el Dortmund a falta de tres jornadas, perdieron la final de copa contra el Schalke 4-2, y por si no fuera poco, cayeron derrotados ante el Real Madrid en la final de la Copa de Europa 2-1 con una gran actuación en los últimos minutos del por entonces portero suplente, Iker Casillas. Aunque aquí no acababa el suplicio del alemán, pues en el mismo verano vio cómo dos errores de su compañero de selección, Oliver Kahn, le impedían conquistar la Copa del Mundo.

Después de su estancia en el Leverkusen, Ballack recaló en el Bayern de Mucnich, donde durante cuatro temporadas consiguió 3 Bundesligas, 3 Copas de Alemania y una Supercopa alemana. Después de estos 4 años triunfales en el equipo de baviera, fichó por el Chelsea en donde ganó 6 títulos, entre ellos una Premier y tres FA Cups. Aunque de nuevo en el equipo londinense, tuvo otro año aciago, 2008. Durante este año, Ballack volvió a perder dos finales continentales, una con su club, y la otra con su selección. La primera tuvo lugar en el Luzhniki Stadium de Moscú el 28 de mayo. En este partido, los londinenses cayeron en los penaltis (6-5) tras haber empatado 1-1 durante el partido. Y así, otra vez, el alemán volvía a ver cómo la orejona se le escapaba de las manos. La segunda, tuvo lugar un mes después en el Ernst Happel Stadium de Viena, donde Alemania perdió la final de la Eurocopa 1-0 ante la España de los bajitos que aún hoy sigue asombrando al mundo.

Ballack tras la final de la UEFA Champions League 2008.


Pero la mala suerte de Ballack no acaba aquí, en 2010, durante la final de la FA Cup, el alemán cayó lesionado de gravedad y no pudo asistir al Mundial de ese año. Ese mismo verano, volvió al Leverkusen, en donde permaneció otras dos temporadas antes de retirarse. 

Y esta es la historia de Michael Ballack, un jugador que a pesar de haber llegado a 2 finales de Champions, 1 final de Mundial y otra de Eurocopa, algo que muy pocos jugadores han logrado, ni siquiera en una de esas 3 competiciones, ha tenido la tremenda mala suerte de no haber levantado ninguno de esos títulos.

Ballack el día de su retirada.





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